Buscando en las letras del linaje femenino recobré bellas mujeres.

Fuertes, sensibles, con la entereza suficiente para abrirse camino en la vida.

Unas con la palabra, otras con el silencio, otras con sus sueños.

Cada una a su estilo según sus mandatos y su resiliencia.

Cada una como supo, cada una como pudo.

Bellas desde su interior, aún en el silencio

que inculcaron romper aunque ellas mismas no pudieron.

Bellas por su ímpetu, bellas por su fuerza.

Bellas porque lograron vivir según sus sueños y honrar la vida.