Con gran emoción recibí la noticia que había obtenido el Primer Premio del XXXVIII Salón de Arte Sacro de Tandil. Había preparado la obra «El ángel del artista» especialmente para este Salón y tenía para mí una significación muy especial.

A lo largo de mi vida escuché a artistas decir: -cuando estoy agotado y mis ojos ya no pueden seguir trabajando, me voy a descansar y los ángeles continúan mi obra. Al regresar… todo se ve diferente…

Y así es, así lo siento… por eso la imagen de la artista está abandonada completamente en los brazos de ese ángel sobredimensionado que cobija sus sueños. Aún en la oscuridad de la noche y de los tiempos, el artista descansa y todo a su alrededor espera en suspenso la nueva creación.

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Desde hace años, parte de mi obra está dedicada al ámbito espiritual y de inspiración religiosa. Éste premio significó para mí mucho más de lo que los miembros del Jurado vieron en la obra. A ellos mi especial agradecimiento y mi gratitud, como así también a todas las personas que día a día alientan y acompañan mi camino.

Me impresionó la ciudad de Tandil por su belleza y desarrollo.

Me impresionó el Museo Municipal de Bellas Artes de Tandil, es un orgullo que mi obra quede en esa comunidad.

Pueden conocer su historia, realizar un tour por el Museo o conocer las obras de los Salones de Arte Sacro de años anteriores.

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